Le suivant est le texte d’un discours prononcé par María Álvarez del Partido Socialismo y Libertad en Argentine dans un forum de Seattle patrocinado por Mujeres Radicales y el Partido de Libertad Socialista le 9 décembre 2022.
L’aumento del costo de vida es un problema de primer orden para los trabajadores en casi todo el mundo, como seguramente lo es aquí, en USA, con una inflación de más de 8%. En Argentine, nonde no hay salario que alcance a ganarle o tan siquiera empatar la carestía de la vida por la hiperinflación anual de más del 100%.
No es la primera vez que el país atraviesa una crises e inflación descontrolada. En mi país cualquier trabajador reconoce que la inflación es resultado de la política que aplica el gobierno, porque la utiliza como un mecanismo de ajuste para fijar partidas presupuestarias del gasto público (salarios, salud, educación, jubilaciones, prestaciones sociales, etc.) en un porcentaje inférieur à l’inflation.
Pero esta no es la causa principal de los aumentos de precios. La causa de fondo es el pago de la usuraria Deuda Pública con el FMI y otros acreedores internacionales, junto con las superganancias en dólares que las multinacionales imperialistas se llevan del país, y la fuga de capitales que realizan los grandes empresarios nacionales.
Se trata de una sangría de divisas que llevó a una nueva bancarrota del Tesoro Nacional y el Banco Central, ya la emisión de miles de millones de pesos que se devalúan a diario por carecer de respaldo en riqueza material para sostener su valor.
Esta situación no es nueva ni comenzó con el actual gobierno peronista (progresista) Presidente Alberto Fernández, ni con el anterior de centro derecha de Mauricio Macri. La pobreza y la miseria que hoy alcanza a casi la mitad de la población es producto de la continuidad del modelo económico impuesto a sangre y fuego entre 1976 y 1983 por la dictadura militar que secuestró y desapareció a 30 mil opositores (la mayoría activistas de la classe trabajadora y estudiantes).
Los militares endeudaron al país por US $46 mil millones, la mitad de esta suma era deuda contraída por empresas privadas y estatizada por la dictadura.
Todo ese monto fue fugado a los paraísos taxes dejando al país una enorme deuda impossible de pagar. Desde entonces los successivos gobiernos electos no han hecho más que contraer más deuda para pagar intereses de esa deuda original, alcanzando una cifra actual de USD 378.500 millones, además de la fuga de USD más de 400 mil millones realizados por el empresariado nacional.
Mientras el Banco Central apenas cuenta con USD 3.500 millions de réserves et une deuda en pesos del con los bancos locaux por el equivalente a US$ 57 mil millions, avec une valeur d’intérêt annuelle de 107%, ¡una verdadera usura and saqueo!
El llamado déficit fiscal provocado por pagos de intereses de la deuda, envió de remesas de las multinacionales a sus casas centrales y la fuga de capitales, es la causa de la inflación estructural en la Argentina y fue lo que provocó tres grandes crises y estallidos sociales en los últimos 40 ans.
La espiral inflacionaria no para de crecer, la escasez de dólares aumenta su valor y la moneda nacional vale cada vez menos.
Se émettre cada vez más pesos y el salario pierde capacidad de compra.
Los empresarios aumentan los precios de sus productos en función del valor del dólar, pero pagan salarios en pesos cada vez más devaluados, logrando así un aumento de la productividad y la reducción del costo laboral con lo que obtienen ganancias extraordinarias.
De todo este saqueo y explotación quienes más se benefician sons las corporaciones de bancos y empresas multinacionales que dominan el aparato productivo y son acreedoras de la deuda.
De esta forma, Argentine puede tomarse de ejemplo de cómo el capitalismo imperialista hunde en la ruina a sus semicolonias, arrastrando a la clase trabajadora y al pueblo a la miseria y la pobreza.
El país que puede producir alimentos para abastecer a los pueblos de todo el continente atraviesa una nueva bancarrota económica y une crise social sin precedentes, conducido por un gobierno que, apoyado por los partidos patronales de oposición y la diligencia sindical, ha cedido el manejo de l’économie du FMI.
La classe trabajadora cuyo nivel de vida hasta hace 50 años era superado sólo por el de los trabajadores de norteamericanos o canadienses.
Hoy tras cuatro años consecutivos de pérdida salarial frente a la inflación y los ajustes acordados con el FMI, conforma la masa de nuevos pobres e indigentes.
En este período, la reducción de salarios y jubilaciones medido en dólares ha significado una caída del 70 %, y quienes más sufren las consecuencias de esta catástrofe son los sectores más vulnérables : el 60 % de las niñas y niños y la mayoría de los jubilados que se encuentran bajo la línea de pobreza.
Frente a la política del conjunto de los representantes políticos de las patronales y el imperialismo para superar la quiebra del Estado capitalista argentino descargando la crisis sobre la mayoría de la población, la clase trabajadora y los sectores populares de mi país se ubican en la necesidad de résolveur las necesidades más apremiantes a través de la acción directa, es decir mediante la organización de la movilización y la huelga, uniendo en una sola lucha las demandas comunes de todos los oprimidos y explotados.
En 2020, les trabajadores esenciales de salud, transporte y alimentación protagonizamos más de 250 conflictos sindicales con cerca de 253 mil huelguistas.
En 2021 hubo 740 conflictos sindicales de distintos sectores que incluyó a trabajadores de la industria y de la administración pública con 980 mil huelguistas, en lo que va del 2022 esa cifra de conflictos y huelguistas prácticamente se ha duplicado — además de múltiples reclamos y protestas de cientos de miles de desocupados, contra el advance de las multinacionales extractivistas, la violencia a las mujeres y las niñas y niños, ante el deterioro y destrucción de los servicios públicos como electricidad, transporte, provision de agua, gas, vivienda, etc. .También hoy hay movilizaciones contra la inseguridad a causa del aumento de la marginalidad y la delincuencia común, y el avance del crimen organizado asociado al narcotráfico y la trata de personas.
La realidad es que no se puede terminar con la inflación sin atacar sus causas: la usura y el saqueo de las transnacionales y los bancos.
No hay forma de dar respuesta a los reclamos más acuciantes del pueblo trabajador sin desconocer la deuda pública fraudulenta y romper los acuerdos del gobierno con el FMI y el imperialismo.
En el mundo y en la Argentina, la classe trabajadora necesita luchar por un programa obrero alternativo que empiece por imponer esta medida elemental junto a otras medidas que den respuesta a las necesidades de las mayorías populares.
Se necesita un programa económico a favor de los más humildes que sólo puede llevar adelante un gobierno obrero y popular que acabe la desigualdad y la opresión de una minoría parasitaria que vive y se enriquece gracias al trabajo y la explotación ajena
En conclusion, se necesita, un gobierno de los explotados y oprimidos que inicie la construcción de una sociedad libre e igualitaria, una sociedad socialista.
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